sábado, 20 de junio de 2020
Epopeya histórica del 5 de junio.
Conferencia.
Epopeya histórica del 5 de junio
Conferencia sustentada por el Lic. SANCHEZ RAMOS Joselías, docente universitario, escritor y periodista, durante el homenaje que la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí tributó por los 113 años de esta histórica fecha.
Manta, 2008-06-05
Excelentísimo señor doctor Medardo Mora Solórzano, Rector de la ULEAM.
Apreciada asambleísta, Lic. Aminta Buenaño.
Distinguido maestro e historiador, don Germán Ferro Medina.
Respetables autoridades universitarias, docentes, estudiantes e invitados
Nos reunimos para ratificar al General Eloy Alfaro Delgado como Héroe Nacional, Héroe Insignia del Ecuador, Signo de la Patria, ejemplar voluntad histórica, gobernante, militar y ciudadano paradigma de las generaciones que le suceden.
Nos reunimos para evocar la epopeya histórica del 5 de junio de 1895. Han transcurrido 113 años, sin embargo, las palabras de su proclama siguen vigentes:
“Sin sacrificios no hay redención. La libertad no se implora como un favor: se conquista como un atributo inmanente al bienestar de la comunidad. Afrontemos, pues, resueltamente los peligros y luchemos por nuestros derechos y libertades, hasta organizar una honrada administración del pueblo y para el pueblo. En fin, hagamos algo digno que merezca los aplausos de la posteridad”.
Estallido revolucionario
Para 1895, Ecuador vive un estallido revolucionario. Han transcurrido 31 años desde la revuelta de Colorado. Alfaro, el “Águila Roja”, se ha convertido en un “Viejo Luchador”. Incansable. Ha soportado todo. Los enemigos lo llaman “General de las derrotas”. Su lucha está alentada por las nuevas ideas, ideas de libertad y de derechos.
En el ejercicio del poder se enfrentan dos oligarquías. La oligarquía serrana, terrateniente y conservadora, por un lado; la naciente oligarquía agro exportadora y banquera de la costa, por otro. La una dirige desde Quito. La otra se vigoriza en Guayaquil.
José Ma. Plácido Caamaño, ex presidente y gran productor cacaotero, es el Gobernador del Guayas. Una trinca de familiares conocida como “La Argolla” asume la administración pública. Los actos de corrupción son visibles.
”El Grito del Pueblo”, periódico de corte liberal, denuncia los grandes negociados de “La Argolla”: arreglo fraudulento de la deuda inglesa; entrega de tierras en Esmeraldas y Oriente a los acreedores extranjeros; negociado en la compra de la lancha Tungurahua; la venta de la bandera.
En enero de 1895 la protesta es incontenible. El mes anterior, grandes manifestaciones se habían apoderado de las calles de Guayaquil, Quito y otras ciudades. El negocio del buque Esmeraldas, denunciado como “La venta de la Bandera”, enardece el patriotismo.
El Gobernador Caamaño dispone disparar contra los manifestantes. Renuncia, pero ya el Gobierno esta debilitado.
El 5 de febrero, desde Managua, Eloy Alfaro dirige su extraordinaria proclama: …. “Ecuatorianos: Con vuestro altivo proceder, habéis consagrado una página inmortal en la Historia Patria; vais a continuar la obra redentora, bien lo sé.
“Marcho, pues, en vuestro auxilio para participar en las penalidades de la campaña y tener la honra de conduciros al combate y a la victoria.”
La proclama de Alfaro tiene amplia acogida. El 12 de febrero, en Milagro, las fuerzas liberales comandadas por Pedro J. Montero y Enrique Valdez Concha se levantan en armas. Con esto se inicia la guerra civil. El Gobierno conservador envía sus ejércitos comandados por José Montero, precisamente el padre del sublevado, para que termine la insurrección.
En este episodio, queridos amigos, podremos comprender lo que estaba sucediendo en el Ecuador. Es el carácter histórico de la ruptura entre pasado y futuro.
El 17 se producen choques armados en Vinces y Naranjito. El 18 asaltan el cuartel de Daule. Las montoneras se multiplican en el litoral ecuatoriano. Manuel Serrano y Wenceslao Ugarte en El Oro; Plutarco Bowen en Los Ríos; Mauro Ramos Iduarte, Dionisio Andrade y Zenón Sabando en Manabí; Carlos Concha en Esmeraldas; Pedro J. Montero, Enrique Valdez Concha y Juan Manuel Triviño en Guayas.
Los pueblos se pronuncian por el nuevo orden. El 20 de febrero, en Ibarra, se insurreccionan los conservadores. El 9 de abril, en Guaranda se coaligan fuerzas liberales y conservadoras. Al día siguiente, en Quito, el batallón Flores.
En Manabí, las fuerzas oficialistas se concentran en Portoviejo. Se convoca a la guarnición de Chone. El 1 de mayo, el Crnel. Ramos Iduarte las enfrenta en Los Amarillos. Allí sucumbe. El 3 de mayo, Chone se toma el cuartel y se levanta en armas. El 5 de mayo proclama a Eloy Alfaro como Jefe Supremo de la República.
Los acontecimientos van a sucederse muy rápidamente. Desde los más apartados rincones se adhieren al pronunciamiento de Chone. El 6 de mayo, Vinces (Los Ríos) con el Crnel. Triviño. Ese mismo día, los vecinos de las parroquias Olmedo (hoy cantón) y Bellavista (Manabí) En Esmeraldas, los patriotas comandados por Carlos Concha Torres y los gobiernistas combaten en la ciudad
El 5 de junio
El 5 de junio de 1895, 113 años antes de ahora, el pueblo, al grito de ¡Viva Alfaro, Carajo!, se toma las calles, los cuarteles, el Municipio. Allí, se congrega en comicios populares y 16.000 ciudadanos suscriben la Acta de Pronunciamiento de Guayaquil.
Eloy Alfaro es aclamado por el pueblo como Jefe Supremo de la República y General en Jefe del Ejército. Se le reconoce como el alma del movimiento popular, se le llama benemérito, hombre de patriotismo y abnegación sin límites, concediéndosele amplias facultades para la reconstrucción del país.
La revolución liberal ha triunfado. Eloy Alfaro tiene ahora 53 años.
Todo comenzó el 5 de junio de 1864 en el sitio Colorado de Montecristi, ciudad donde nace el 5 de junio de 1842. Tenía entonces 22 años. En esta primera acción de armas, sus primeros montoneros fueron los cholos y montubios entre cuyos nombres rescatamos a: Bruno Muentes, Juan Muentes, Braulio Reyes, Pascual Alvia, José Rosario Lucas, Isabel Muentes de Alvia, Felipe Castro, Juan Feliciano Navarro, Ricardo Samaniego y la mulata Martina.
Han transcurrido 31 años de lucha. De Montecristi a Guayaquil, 220 kilómetros. El joven “Águila Roja” se ha transformado en el “Viejo Luchador”.
El Pronunciamiento de Chone del 5 de mayo de 1895 adquiere dimensiones históricas que, un mes después, el 5 de junio, lo ratifica Guayaquil.
Buscando la patria:
Dice Alfredo Pareja Diezcanseco que Alfaro andaba buscando a la Patria hasta que la encontró en 1985 cuando vino a Ecuador convocado por el pueblo de Chone que lo proclamó Jefe Supremo de la República el 5 de mayo.
Su búsqueda tardó 31 años entre alfaradas y montoneras, triunfos y derrotas que se inician con el Águila Roja del 5 de junio de 1864 en Colorado, continúan con el Viejo Luchador y terminan en el altar de la Patria, como héroe inmortal, el 28 de enero 1912.
Alfaro siempre caminó con una antorcha de luz que no sólo refleja su gloriosa espada y profundo pensamiento de hombre superior, sino que con ella iluminó la oscuridad en que se encontraba la Patria Ecuatoriana esparciendo el calor del laicismo y la luz de la libertad.
Esa antorcha de luz nos ha legado a las generaciones posteriores.
Muchos ecuatorianos la han mantenido encendida a lo largo del siglo XX hasta el 13 de noviembre de 1985 cuando, conducidos por el alfarista Medardo Mora Solórzano, los manabitas decidimos asumir la responsabilidad de mantener y promover la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y el calor del laicismo en este monumento vivo: la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
Nuestra Universidad y todos sus estamentos, tenemos la obligación de avivar esta antorcha, preservarla para que nunca se extinga, vigorizarla con el pensamiento libre de hombres y mujeres manabitas y latinoamericanos, hombres y mujeres que practiquen la tolerancia, respeten y hagan respetar los derechos fundamentales, preserven la democracia, ejerzan la justicia social y enarbolen la libertad en todas las facetas de la vida humana.
Les pregunto a ustedes ¿Creen que revolución alfarista ha concluido? Los invito a que esparzan sus respuestas a los cuatro vientos de América.
Ayer, éramos un estado clerical. Hoy somos un estado en vías de construcción.
La revolución de ahora no es externa, es profundamente interna. Nosotros somos los enemigos de la honestidad porque hemos permitido que afloren nuestros actos incorrectos para configurar la corrupción que nos está devorando.
Hoy, la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí nos ha convocado, en esta fecha, para comprometernos en una revolución ética, para salvar lo mejor de nosotros, para vigorizar las energías de nuestros jóvenes estudiantes, para formar profesionales éticos que recuperen la honestidad del Estado y nos devuelven el orgullo de ser ecuatorianos.
Hoy nos reunimos, no solo para evocar sino para ratificar que Alfaro sigue vivo en el trabajo honesto y silencioso de cada docente universitario y de cada uno de nuestros jóvenes, varones y mujeres estudiantes de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, porque todos juntos, hacemos el mejor monumento a la gloria inmortal del General Eloy Alfaro Delgado, héroe de América y guía de la honestidad de la humanidad.
Que extraordinario es ser ecuatoriano. Que sublime que es ser manabita y alfarista. Que gran honor es ser ciudadano de América y estudiante de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Señoras y señores.
SÁNCHEZ RAMOS Joselías
“Eloy Alfaro: Héroe Nacional”
2008-06-05